Funcionarios de salud estatales instan a la vigilancia ante la aparición de nuevos casos de sarampión
La alerta de salud pública se emitió el 23 de enero de 2025
El Departamento Estatal de Servicios de Salud (DSHS) de Texas anuncia dos casos confirmados de sarampión entre los residentes del condado de Gaines. Ambos pacientes, menores de edad escolar sin vacunar, fueron hospitalizados en Lubbock y han sido dados de alta. El DSHS está colaborando con el Distrito de Salud Pública de South Plains y el Departamento de Salud Pública de Lubbock para la investigación de la enfermedad. Estos dos nuevos casos se suman a los dos casos de sarampión confirmados a inicios de este mes en residentes no vacunados del condado de Harris. Estos últimos fueron los primeros casos confirmados de sarampión en Texas desde 2023.
El sarampión es una enfermedad respiratoria extremadamente contagiosa que puede causar una enfermedad mortal a cualquier persona que no esté protegida contra el virus. Se transmite por contacto directo con gotitas infecciosas o por transmisión aérea cuando una persona infectada respira, tose o estornuda. El virus puede mantenerse transmisible en el aire hasta dos horas después de que una persona infectada abandone una zona. Las personas infectadas empiezan a presentar síntomas dentro de una semana o dos de haber sido expuestas al virus. Los primeros síntomas incluyen fiebre alta, tos, secreción nasal y ojos rojos y llorosos. Unos días después aparece el sarpullido característico que se caracteriza por manchas planas y rojas en la cara que luego se extienden por el cuello y el tronco al resto del cuerpo. Una persona enferma es contagiosa desde unos cuatro días antes de que aparezca el sarpullido hasta cuatro días después. Las personas que podrían tener sarampión deben permanecer en casa durante ese periodo.
Las personas que crean que tienen sarampión o que hayan sido expuestas a la enfermedad deben aislarse y llamar a su proveedor de atención médica antes de acudir a su consultorio para realizarse una prueba. Es importante avisar al proveedor médico de una sospecha de sarampión y recibir instrucciones para acudir al consultorio para obtener un diagnóstico sin exponer a otras personas al virus.
La mejor forma de evitar la enfermedad es aplicarse dos dosis de una vacuna contra el sarampión; la que se administra principalmente es la combinada contra el sarampión, las paperas y la rubeola, o vacuna MMR. Dos dosis de la vacuna MMR previenen más del 97 por ciento de las infecciones de sarampión. Una cantidad menor de personas puede enfermarse ocasionalmente de sarampión. En esos casos, los síntomas suelen ser menos graves y es menos probable que puedan transmitir la enfermedad a otras personas. El DSHS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que los niños reciban una dosis entre los 12 y 15 meses de vida y otra entre los 4 y 6 años de edad. Los bebés que no tienen suficiente edad para ser vacunados tienen más probabilidades de sufrir complicaciones graves si contraen el virus del sarampión. Sin embargo, cada dosis de MMR disminuye el riesgo de infección y la gravedad de la enfermedad en caso de infección.
Los proveedores de atención médica pueden encontrar recomendaciones para el control de la enfermedad y las pruebas diagnósticas en la alerta de salud pública de la semana pasada. Los proveedores deben reportar de inmediato cualquier caso sospechoso al departamento de salud local y, de preferencia, mientras el paciente esté en su presencia.
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(Contacto para los medios: Lara Anton, funcionaria principal de prensa del DSHS, 512-776-7753)