La diabetes tipo 1 (antes llamada diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente) hace que los niveles de glucosa en sangre (o de azúcar en sangre) sean demasiado altos. Se origina cuando el páncreas no produce suficiente insulina o deja de producirla por completo. La insulina ayuda a trasladar el azúcar de la sangre a las células del cuerpo, donde se utiliza como combustible.
La diabetes tipo 1 aparece cuando el organismo tiene una «reacción autoinmune» que hace que el cuerpo destruya las células del páncreas que producen insulina (células beta). La diabetes tipo 1 suele diagnosticarse en niños, adolescentes y adultos jóvenes, pero puede desarrollarse a cualquier edad. Es mucho menos frecuente que la diabetes tipo 2; solo un 5 % de las personas que padecen diabetes tienen el tipo 1.
Si tiene los síntomas de la diabetes tipo 1, acuda a la consulta de su médico. Puede saber si la tiene mediante un simple análisis de sangre. Si su médico cree que tiene diabetes tipo 1, también puede analizar su sangre para detectar «autoanticuerpos», que muestran que su cuerpo se ataca a sí mismo. También es posible que le hagan un análisis de orina para detectar «cetonas», que se producen cuando el cuerpo quema grasa para obtener energía. Ni los autoanticuerpos ni las cetonas están presentes en la diabetes tipo 2.
La diabetes tipo 1 no se puede prevenir, pero se puede vivir con ella si se controla.
Muchas personas con diabetes tipo 1 llevan una vida larga y saludable. La clave para gozar de buena salud es mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de los límites que le indique su médico. Tendrá que monitorearlos a menudo y ajustar la insulina, los alimentos que ingiere y sus actividades para conseguirlo.
Quienes tengan diabetes tipo 1 deben inyectarse insulina (o utilizar una bomba de insulina) todos los días para controlar el azúcar en sangre.
También tendrá que monitorear su nivel de azúcar en sangre con regularidad. Su médico le dirá con qué frecuencia debe comprobarlo y cuáles son sus niveles deseados. Si la diabetes no se trata, pueden surgir complicaciones.
La dieta y los hábitos de vida no son la causa de la diabetes tipo 1, pero son importantes para tratarla. Hay que equilibrar la dosis de insulina y los alimentos que se ingieren con las actividades que se realizan, incluidas las tareas domésticas o el trabajo en el jardín.
Compruebe su nivel de azúcar en sangre antes, durante y después de una actividad para saber cómo lo afecta. Algunos alimentos y actividades harán que suba el azúcar en sangre; otros no. Coma siempre un refrigerio (en inglés) que contenga carbohidratos para evitar que su nivel de azúcar en sangre baje demasiado.
También tendrá que entender cómo los alimentos que ingiere influyen en su nivel de azúcar en sangre. Una vez que conozca el papel que desempeñan los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas, podrá elaborar un plan de alimentación saludable para mantener controlados sus niveles de azúcar en sangre. Un educador en diabetes o un dietista titulado pueden ayudarlo a empezar.
Texas Department of State Health Services Diabetes Prevention & Control Program
PO Box 149347, MC 1965
Austin, TX 78756
Estados Unidos